Charles Sanders
Peirce (1839-1914) era una persona tan difícil de tratar como de entender
sus textos. Su formación de matemático de Harvard le hizo tener
un lenguaje excesivamente técnico, que en pro de la precisión
que buscaba en sus análisis lo llevó a ser bastante complejo.
De todas formas, su aporte a la explicación del signo es considerada
por muchos como mas sofisticada que la teoria saussuriana. Al signo compuesto
de significante y significado del suizo, antepuso una relación triádica
en el interior del signo integrada por el representamen, el interpretante
y el objeto.
Es de resaltar que Peirce y Saussure eran contemporáneos, pero ninguno
de ellos supo de la existencua del otro ya que sus publicaciones obre sobre
lingüística o semiótica fueron post mortem, por lo que
nunca pudo haber polémica o debate entre los fundadores de los parámetros
contemporáneos de estudios semióticos.
Peirce, quien estaba obsesionado por descrubir la forma en que el hombre genera
conocimiento, llegó a la primera conclusión de que el razonamiento
se da gracias a la existencia de los signos. En esto hay una clara coincidencia
con Saussure cuando aquel decía que primero era el lenguaje y luego
las ideas.
El signo, a su vez, es un mecanismo complejo en que tres mecanismos actúan
en forma simultánea. Retomando lo del anterior párrafo, la graficación
del mismo podría concluir en algo similar a lo siguiente:
DIBUJO DE SIGNO según PEIRCE.
El representamen, que bien podría ser considerado apriori como el signo
mismo (o el significante de Saussure) es la cualidad de una cosa que esta
siendo representada. El interpretante es cuando se aclaran los conceptos del
representamen donde muchos veces se necesitan un conjunto de signos para entender
ese concepto que representa el primero de los estadios. Ello remite en forma
simultánea a un objeto, que bien podría se la cosa
misma.
Dicho de otra forma, la teoría peirceana indica que un signo (representamen)
genera un sistema de signos (interpretante) que está en lugar de la
cosa (objeto).
El signo debe tener tres condiciones para ser tal:
a) Debe poseer una cualidad para ser distinguido entre otros signos. Cuando
el representamen es de un color nos permite no confundirlo con otros colores,
de la misma forma en que cuando usa algunos términos es porque no incluye
otros.
b) Debe haber un objeto (algo) a lo que hace referencia. El mismo puede ser
algo material o un concepto en su mismo. Por ejemplo la humildad
está representado por esa palabra e inmediatamente nos representa algo,
aunque humildad no sea una cosa concreta sí es algo de la realidad.
c) Debe tener en su interior una relación triádica. Si el proceso
de los elementos ya expuestos no se da, probablemente no estemos ante un signo
y debemos redefinir nuestro objeto de estudio. Debemos retomar que el espíritu
de nuestro libro es que todo es comunicación e información y
que tanto esos conceptos como los signos existen en forma permanente bajo
las mas variadas y sorprendentes formas.
Semiótica y semiosis.
Peirce ve en la teoría a la semiótica y a la práctica a la semiosis, dándonos el siguiente cuadro comparativo:
lengua = semiotica = teoria
___________________
habla = semiosis = práctica
Cuando en la relación triádica llegamos a la función
del interpretante, estamos ante un nuevo conjunto de signos que realizan una
nueva realización de conceptos. Al volver sobre ellos, se convierten
en nuevos representamenes de los cuales se deducen otros nuevos sistemas de
signos. Cuando Umberto Eco dice que la tarea del lingüista es casi la
de un policía, hace referencia al hecho de desandar el derrotero que
los sistemas de signos (interpretante) fueron tomando ante la aparición
de los signos originales (representamen) en referencia a un objeto (o concepto).
Para ver este mecanismo, tomamos una palabra muy usada en estos días
como forma de vaciar al otro, convirtiéndolo en un enemigo
sin corazón.
Extraído de do Campo Spada, Daniel
"La Comunicación como Organon de la Existencia".
Buenos Aires. Ediciones El Garage. 2004